- El contorno de los ojos envejece antes que el resto del rostro. Esto porque su piel es 5 veces más fina, posee una concentración menor de fibras como el colágeno y la elastina y tiene menos glándulas sebáceas.
Quito, junio de 2019.- Con el paso de los años, la piel pierde calidad y tiende a perder firmeza. Las huellas suelen ser más evidentes en lugares focalizados como la parte externa de los ojos. El proceso puede acelerarse y agudizarse si la persona está expuesta a estrés, falta de sueño, fatiga, ingesta excesiva de alcohol o exposiciones prolongadas al sol.
Belén Quizhpe, cirujana oftalmóloga de Clínica Santa Lucía es especializada en plástica ocular. La doctora explica que existe una subespecialidad de la oftalmología denominada oculoplastia, que precisamente se encarga de tratar los párpados, órbita y aparato lagrimal, a través de procedimientos quirúrgicos.
Por lo general, los pacientes que recurren a esta especialidad son aquellos que han sufrido malformaciones congénitas. También quienes tienen patologías hereditarias o propias de la edad avanzada.
Los párpados son los que presentan más dolencias como infecciones, inflamaciones, ptosis palpebral (caída de los párpados) e incluso tumores.
Tanto el exceso de párpados y la caída de las cejas disminuyen el campo visual y generan inconvenientes, fuertes dolores de cabeza. De ahí la importancia de recurrir a este tipo de cirugía.
Otras de las patologías que atiende la oculoplastia son las desviaciones de las pestañas. Estas pueden ser adquiridas o estar presentes desde el nacimiento. Ocurre cuando las pestañas se expanden hacia adentro en lugar de hacia fuera, lo que provoca molestias.
También está la blefaritis, que es una inflamación en el borde de los párpados que causa enrojecimiento, escamas e inflamación. Puede acarrear complicaciones como la conjuntivitis y los orzuelos.
Afortunadamente, en Ecuador ya existen nuevas técnicas quirúrgicas para solucionar la mayor parte de estos problemas.
La especialista afirma que lo más novedoso son los tratamientos con ácido hialurónico, toxina botulínica y enzima hialuronidasa que ayuda a reducir la inflamación durante y después de la cirugía.
“Lo más importante de estos procedimientos es que los pacientes pueden ver mejor y, además, la parte estética los ayuda en su autoestima y en consecuencia mejoran su calidad de vida. La recuperación es inmediata y el paciente puede reincorporarse a su vida cotidiana enseguida”, afirma la especialista.