Se estima que uno de cada cuatro estudiantes escolares sufre algún trastorno de la visión, constituyéndose en un 20% de la población infantil en el mundo. Los defectos de refracción y el estrabismo, son de las enfermedades más frecuentes que afectan a los más pequeños de la casa, de ahí la importancia de un chequeo oftalmológico preventivo.
Las afecciones refractivas se caracterizan cuando el ojo no es capaz de enfocar la imagen en la retina, son cuatro específicamente: hipermetropía, miopía, astigmatismo y presbicia. La miopía, por ejemplo, ocurre cuando la forma de su ojo hace que la luz se enfoque en un área enfrente de la retina (una capa de tejido sensible a la luz en la parte de atrás del ojo), en vez de enfocarse en la propia retina. Mientras que la hipermetropía – también llamada hiperopía- provoca que los objetos cercanos se vean borrosos. Se presenta cuando la forma del ojo hace que la luz se enfoque por detrás de la retina en lugar de directamente en ella.
El astigmatismo es una imperfección en la curvatura de la córnea o el cristalino del ojo. Con este error de refracción, los rayos de luz no curvan correctamente cuando entran a la parte delantera del ojo. La visión es borrosa de cerca y de lejos porque los rayos de luz no alcanzan a llegar a la retina o llegan detrás de esta.
La presbicia, aunque es más frecuente en personas mayores a 45 años, también se presenta en menores de edad. Para quienes han sido diagnosticados con esta condición, les resulta imposible ver objetos de cerca con claridad.
El síntoma más común de los problemas refractivos es la visión borrosa, pero se incluyen otros como: visión doble, ver un resplandor o una aureola alrededor de luces brillantes, dolor de cabeza, fatiga ocular (cuando los ojos se sienten cansados o adoloridos), problemas para enfocar al leer o mirar la computadora.
Además, los menores pueden padecer ampliopía u ojo vago, la misma afecta a un 2-5% de esta población y es una de las causas más comunes de pérdida de visión en los países desarrollados. Puede manifestarse con dolores de cabeza o de cervicales, o cuando ya ha aprendido a leer, se salta palabras o confunde letras. Una de las causas principales de esta afección es el estrabismo, trastorno en el cual los dos ojos no se alinean en la misma dirección. Por lo tanto, no miran al mismo objeto al mismo tiempo.
Un buen aprendizaje depende de una buena salud visual; por eso, en esta temporada de clases cuida la salud visual de tus niños con los mejores especialistas en Clínica Santa Lucía.
¡Tú visión es nuestra misión!
