Estrabismo

El estrabismo, comúnmente conocido como «ojos cruzados» o «ojos desviados», es una condición ocular en la que los ojos no están alineados correctamente y apuntan en diferentes direcciones. Uno de los ojos puede mirar hacia adelante mientras que el otro se desvía hacia adentro, hacia afuera, hacia arriba o hacia abajo. Esta condición puede ser constante o intermitente y puede afectar a personas de todas las edades, aunque es más común en los niños.

El estrabismo puede desarrollarse debido a diversas causas, que incluyen:

1. Desequilibrio muscular: Los músculos que controlan el movimiento de los ojos no funcionan juntos, lo que causa que los ojos se desvíen en diferentes direcciones.

2. Problemas refractivos: En algunos casos, los problemas de refracción, como la hipermetropía (visión borrosa de cerca), pueden contribuir al desarrollo del estrabismo. Los ojos pueden tratar de compensar el problema de enfoque, lo que puede llevar a una desalineación.

3. Factores genéticos: El estrabismo a menudo se presenta en familias, lo que sugiere una predisposición genética a la condición.

4. Trastornos del Sistema Nervioso: Algunas afecciones neurológicas o trastornos que afectan los nervios que controlan los músculos oculares también pueden causar estrabismo.

5. Lesiones o Enfermedades: Lesiones en la cabeza, enfermedades oculares y condiciones como el síndrome de Down o la parálisis cerebral pueden aumentar el riesgo de desarrollar estrabismo.

El estrabismo puede ser evidente o sutil, y sus síntomas pueden variar. Los signos y síntomas comunes incluyen:

Parpadeo o guiño frecuente: Los niños con estrabismo a menudo parpadean o guiñan los ojos con frecuencia en un intento por alinear la visión.

Desalineación ocular visible: Los ojos no miran en la misma dirección.

Visión doble: Cuando los ojos no están alineados, pueden enviar dos imágenes diferentes al cerebro, lo que resulta en visión doble.

Fatiga ocular: Los intentos del cerebro por alinear las imágenes pueden causar fatiga ocular, dolor de cabeza o malestar.

Pérdida de la percepción de profundidad: La desalineación de los ojos puede dificultar la percepción de profundidad, lo que hace que tareas como calcular distancias sean más difíciles.

El primer paso para tratar el estrabismo en los niños es recetar gafas, de ser necesario. Luego, se debe tratar la ambliopía u ojo vago. Se coloca un parche sobre el ojo bueno, lo cual obliga al ojo más débil a trabajar más intensamente y obtener una mejor visión.

Corrección óptica: En algunos casos, el estrabismo puede ser corregido con el uso de anteojos o lentes de contacto que ayuden a corregir la visión.

Terapia de oclusión: Si el estrabismo es causado por problemas de visión en uno de los ojos (como la ambliopía), se puede recetar un parche para cubrir el ojo más fuerte, lo que fomenta el uso del ojo más débil y ayuda a mejorar su visión.

Terapia visual: Esta terapia implica ejercicios oculares y actividades diseñadas para fortalecer los músculos oculares y mejorar la coordinación entre los dos ojos. Puede ser especialmente útil en casos de estrabismo leve o intermitente.

Cirugía: Cuando otros tratamientos no son efectivos o el estrabismo es severo, se puede considerar la cirugía. Durante la cirugía de estrabismo, los músculos oculares se ajustan para corregir la alineación de los ojos. Esta cirugía es generalmente segura y efectiva, y puede realizarse en pacientes de todas las edades.