La catarata es una opacidad del cristalino del ojo – que normalmente es transparente – lo que provoca que la visión sea borrosa, similar a mirar a través de un parabrisas empañado. La visión nublada o borrosa, producto de cataratas, impide ver bien, manejar u operar maquinarias.
Dificultad para ver en la noche, sensibilidad a la luz, ver halos alrededor de las luces, visión doble en un solo ojo, tonalidad amarillenta en la visión y cambio frecuente en la medida de los lentes, son otros de sus síntomas.
Las cataratas, que pueden ser producto del envejecimiento, aparecen paulatinamente, desarrollándose lentamente, por lo que es posible que su presencia no se note de inmediato sino con el paso del tiempo.
A partir de los 40 años, las proteínas del cristalino empiezan a desintegrarse, derivando en una nubosidad y – en consecuencia – se produzcan cataratas.
Factores genéticos o hereditarios son – entre otras – las causas para el aparecimiento de esta afección. Enfermedades como la diabetes incrementan la posibilidad de tenerlas; al igual que estar expuesto al sol, o lesiones oculares previas también pueden incidir.
Las cataratas son una causa muy común de pérdida de la visión, pero pueden ser tratadas con el uso de lentes, inicialmente. Cuando están avanzadas es posible que se deba recurrir a una cirugía. Generalmente, es segura y brinda da resultados óptimos. Durante la cirugía, el especialista extraerá el cristalino nublado del ojo para remplazarlo con un lente intraocular con propiedades específicas para cada paciente.
Clínica Santa Lucía con tecnología de punta y nuevos procedimientos para el tratamiento de cataratas.
Si presenta algún cambio repentino en su visión, consulte inmediatamente con un especialista. Un diagnóstico temprano evita complicaciones en enfermedades comunes que podrían afectar nuestra salud visual.
¡Tu visión es nuestra misión!
